¿Qué es la Apologética?

¿Existe Dios?
¿Cómo puede un Dios bueno enviar a la gente al infierno?
¿Es Jesús el único camino?

La persona que sigue a Jesús puede creer que puede responder a estas preguntas sin lugar a dudas.

Pero, ¿qué pasa con la persona que aún no conoce a Jesús? ¿O la persona que se opone a la existencia de Dios y a las enseñanzas de Jesús?

Una de las mayores tragedias del cristianismo es que nosotros, como personas de fe, quizá sólo arañemos la superficie de nuestra fe. Apenas rozamos la cima de lo que, en realidad, es un océano infinito de belleza y misterio. Y es este océano infinito el que Dios desea que exploremos. Porque en nuestra exploración, nos volvemos más profundos espiritualmente. En nuestra exploración encontramos una comprensión más profunda de nuestra fe y de nuestro Dios.

Es la profundidad espiritual la que nos capacitará para responder a las preguntas y dar una respuesta a la esperanza que hay en nosotros.

¿Por qué apologética?

C.S. Lewis dijo una vez

El cristianismo, si es falso, no tiene ninguna importancia, y si es verdadero, tiene una importancia infinita. Lo único que no puede ser es medianamente importante

Como creemos que nuestra fe es de una importancia infinita, nos preocupamos mucho de saber lo que creemos y por qué. Comprender los principios básicos de nuestra fe es esencial no sólo para nuestra profundidad como seguidores de Jesús, sino también para nuestro testimonio.

En una cultura que a menudo se opone a los caminos y las enseñanzas de Jesús, la capacidad de saber y articular lo que creemos y por qué es más valiosa que nunca. Y podemos comprender y articular mejor nuestra fe ante quienes tienen opiniones contrarias mediante el estudio y la práctica de la apologética.

El término apologética deriva de la palabra griega apologia, que tiene sus raíces en un tribunal.

En la antigua Atenas se refería a una defensa realizada en la sala del tribunal como parte del procedimiento judicial normal. Tras la acusación, se permitía al acusado refutar los cargos con una defensa de réplica (apología).

Esta respuesta, denominada apología, es la respuesta que se daba a una pregunta y la defensa que se tenía ante una oposición. Encontramos el término apologia en 1 Pedro 3:15, cuando el apóstol Pedro escribe

Pero en vuestros corazones venerad a Cristo como Señor. Estad siempre preparados para dar una respuesta a todo el que os pida razón de la esperanza que tenéis. Pero hacedlo con dulzura y respeto…

La palabra respuesta en griego es apologia. Es la idea de tener una respuesta, una respuesta y una defensa que dar. Cuando los seguidores de Jesús se enfrentaban a la oposición, se les ordenaba que tuvieran una respuesta preparada, lista para darla en cualquier momento. Y fue su respuesta a las preguntas y dudas de los que se oponían a su fe lo que desempeñó un papel vital en el avance del reino de Dios.

Pero para que la Iglesia primitiva tuviera una respuesta que dar, tenía que saber lo que creía y por qué. Y no sólo por qué creían lo que creían, sino cómo su fe daba sentido al mundo que les rodeaba. Por eso la apologética es un elemento esencial en la vida de los que siguen a Jesús. La apologética nos desafía a ir más allá de la superficie y empezar a sumergirnos en las profundidades de un Dios infinito, con un amor infinito por Su creación. La apologética nos capacita para responder a las preguntas desafiantes de nuestra generación con gracia, humildad y claridad.

Para comprender la importancia del estudio de la apologética cristiana, deberíamos imaginar una conversación sin ella. Si alguien te pregunta por qué crees en Jesús y le devuelves la mirada y te encoges de hombros, no inspira mucha confianza. Sin embargo, si respondes con convicción sobre cómo sabes que la historia del Evangelio es verdadera, obliga a la gente a echar un segundo vistazo.

Es esta “segunda mirada” lo que nosotros, como seguidores de Jesús, deberíamos desear en cada conversación y en cada interacción. Pero si sólo rascamos la superficie de nuestra fe, puede que esa “segunda mirada” no llegue.

Dado que la gente tiene preguntas y dudas sobre Dios y el cristianismo en general, la apologética desempeña un papel crucial a la hora de explicar cómo se conectan los puntos. Cuando se cuestiona la existencia de Dios, la apologética puede dar una explicación sobre un Diseñador Inteligente y un Creador. Cuando se pregunta cómo Jesús es el único camino, la apologética puede proporcionar una explicación del pecado, la expiación y la reconciliación.

Sin embargo, aunque cultivar una comprensión más profunda de la fe es crucial para nuestro testimonio como seguidores de Jesús, el objetivo no es simplemente ganar y discutir. El resultado de la apologética del reino no es sólo explicar cómo existe Dios.

El objetivo de la apologética del kingdon es la revelación. Es crear espacio para que Dios se revele.

Las respuestas que podamos dar pueden servir para abrir la mente de una persona, pero abrir un corazón es algo que sólo Dios puede hacer.

Entonces, ¿qué podemos hacer para estar preparados para dar una respuesta? ¿Cómo podemos estar mejor preparados para responder a las preguntas y dudas que pueda tener una persona?

Para empezar, cultivamos nuestra propia relación personal con Jesús.

Es en nuestro camino diario siguiendo a Jesús cuando nos abrimos a crecer y madurar espiritualmente.

A continuación, estudiamos los principios básicos de nuestra fe cristiana.

Para defender adecuadamente nuestra fe, es imprescindible que sepamos lo que creemos y por qué. Tenemos que saber cómo nuestra fe da sentido al mundo y cómo nuestra fe llena las lagunas que un no creyente pueda tener en su visión del mundo.

Por último, aprovechamos todas las oportunidades.

Cada día hay oportunidades potenciales de defender la fe y dar una respuesta a la esperanza que hay en nosotros. Pero la realidad es que, para muchos de nosotros, esas oportunidades parecen desalentadoras. La razón por la que quizá no participemos en conversaciones apologéticas proviene principalmente del miedo a no saber cómo responder. Sí, habrá preguntas para las que no tengamos respuesta y puntos que no sabremos cómo conectar en la mente de otra persona.

Sin embargo, la verdad es que no estamos solos.

No es con nuestro poder, fuerza o intelecto como convenceremos a los demás. Es a través de la persona de Jesús y del poder de Su Espíritu como estamos equipados y capacitados para hacer apologética.

Así que cultiva tu relación con Jesús. Estudia las Escrituras y escucha a otros apologistas para crear profundidad en tu mente y en tu vida. Aprovecha cada oportunidad que se te presente y observa cómo Dios se revela a cada persona que conozcas.

¿Dónde puedo encontrar recursos para estudiar apologética?

Si quieres profundizar en el estudio de la apologética, puedes apuntarte a nuestro curso online Preguntas en voz alta: Introducción a la Apologética Básica.

En este curso, descubrirás

  • La autoría de la Biblia y qué es la inspiración bíblica
  • El relato de la creación en el Génesis y otros mitos y leyendas del Antiguo Testamento
  • La validez y la autoría del Nuevo Testamento

Este curso introductorio te preparará para nuestros otros cursos de apologética,

Apologética Posmoderna Contemporánea:201 (Antiguo Testamento) y Apologética Posmoderna Contemporánea: 202 (Nuevo Testamento)

Es hora de profundizar en el estudio de la apologética para que puedas obtener respuestas
a tus preguntas y aprender cómo puedes empezar a defender la fe.

Para obtener más recursos que te ayuden en tu viaje de estudio y práctica de la apologética
, consulta la siguiente lista.

Libros:

Mero Cristianismo de C.S. Lewis
La Razón de Dios de Timothy Keller

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