Es una pregunta antigua.
¿Quién es Dios?
Y en segundo lugar:
¿Cómo es Dios?
Y para responder a estas preguntas, tenemos que mirar a la inmutable y eterna Palabra de Dios. Cualquier intento de responder a estas preguntas al margen de la Palabra de Dios puede llevarnos a conclusiones falsas sobre Dios, que a su vez afectarán a la forma en que interactuamos con Él.
Para comprender quién es Dios, necesitamos saber lo que dice de Sí mismo.
A.W. Tozer dijo una vez
Lo que nos viene a la mente cuando pensamos en Dios es lo más importante de nosotros.
Quién creemos que es Dios es un aspecto vital de nuestra fe. Y debido a su importancia, debemos estar seguros de que nuestra visión de Dios se alinea adecuadamente con lo que Dios revela sobre Sí mismo a través de Su Palabra.
Veamos cuatro atributos de Dios que nos revelan las Escrituras.
Los atributos de Dios
Dios es Eterno
La Palabra de Dios se abre con la presuposición de que Dios existe.
Génesis 1:1 afirma:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Es una declaración de la eternidad de Dios. Es un mensaje a la humanidad de que no es necesario demostrar la existencia de Dios, sólo aceptarla. Antes de que nada existiera, Dios estaba ahí. Infinito. Eterno. Existente fuera del tiempo, del espacio y de todos los demás límites que conocemos como humanos. Dios existe, no sólo para siempre en el futuro, sino para siempre en los tiempos pasados. Nunca ha habido un momento en el que Dios no estuviera ahí.
Moisés, el autor del Salmo 90, resume la eternidad de Dios afirmando:
Antes de que nacieran las montañas o engendraras el mundo entero, desde la eternidad y hasta la eternidad tú eres Dios.
Dios es Omnipotente
La Palabra de Dios deja claro que Dios no sólo es eterno, sino que es todopoderoso.
El profeta Isaías esboza la omnipotencia de Dios cuando registra que Dios declara:
Sí, y desde antiguo yo soy. Nadie puede librarme de mi mano. Cuando actúo, ¿quién puede anularlo?
Este atributo de Dios declara Su habilidad y capacidad para controlarlo todo. Nada queda fuera de Su cuidado. Ninguna decisión es demasiado grande. Ninguna persona es demasiado pequeña. Es la omnipotencia de Dios la que nos capacita para confiar en Él y contentarnos sabiendo que nada ni nadie está fuera de Su alcance. Y es este atributo de Dios el que nos hace permanecer humildemente en Su Presencia, sabiendo que el mismo aliento que respiramos procede de Él.
El clérigo puritano Stephen Charnock escribe sobre la omnipotencia de Dios:
Así como la santidad es la belleza de todos los atributos de Dios, el poder es lo que da vida y acción a todas las perfecciones de la naturaleza divina. Cuán vanos serían los consejos eternos, si el poder no interviniera para ejecutarlos. Sin poder, Su misericordia no sería más que una débil piedad, Sus promesas un sonido vacío, Sus amenazas un mero espantajo. El poder de Dios es como Él mismo: infinito, eterno, incomprensible; no puede ser frenado, restringido ni frustrado por la criatura.
Es la omnipotencia de Dios la que impone y potencia Su infinita sabiduría y los preceptos establecidos en Su Palabra.
Dios es Omnisciente
Dios no sólo es eterno y todopoderoso, sino que también es omnisciente.
El Salmo 147:5 nos dice
Grande es nuestro Señor y poderoso en poder; su entendimiento no tiene límite.
Dios tiene la capacidad única de conocerlo todo en Su interior. Nada está oculto para Él. Pero la belleza de la omnisciencia de Dios es que nos conoce íntimamente. Antes de que naciéramos, Dios ya sabía nuestro nombre. Nos formó dentro del vientre de nuestra madre, intrincada e intencionadamente.
En el Nuevo Testamento, Jesús habla del atributo omnisciente de Dios cuando dice:
¿No se venden cinco gorriones por dos peniques? Sin embargo, ni uno solo de ellos es olvidado por Dios. En efecto, los cabellos de tu cabeza están todos contados. No temas; vales más que muchos gorriones.
El conocimiento ilimitado de Dios no crea distancia entre Él y Su creación. Establece una relación única e íntima entre ambas partes. Y es el conocimiento infinito de Dios el que nos deja desnudos ante Él, vistos, conocidos y acogidos en relación con Él.
Dios es Omnipresente
David escribe en el Salmo 139
¿Dónde puedo alejarme de tu Espíritu? ¿Dónde puedo huir de tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás tú; si hago mi lecho en las profundidades, allí estás tú. Si me elevo sobre las alas de la aurora, si me establezco en la orilla más lejana del mar, incluso allí me guiará tu mano, me sujetará tu diestra.8
Como Dios es omnipresente, está en todas partes, en todo momento. No hay ningún lugar en el que Él no esté.
El teólogo John M. Frame dijo lo siguiente sobre la omnipresencia de Dios:
Es el creador de los cielos y de la tierra, y por eso está en todos los lugares. También es el creador del tiempo, el que no tiene principio ni fin. Por eso ha estado presente en el mundo desde su creación, y nunca habrá un tiempo del que esté ausente.
Incluso en el anuncio del nacimiento de Jesús a José en sueños, un ángel del Señor declaró:
La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emmanuel (que significa “Dios con nosotros”).10
Jesús, la encarnación física de Dios en la tierra, llevaba un nombre que servía para declarar a todos que Dios estaba aquí. Presente. Cercano. Y como Dios es infinito e inmutable, Su Presencia permanece hoy con nosotros.
¿Quieres saber más?
Cada uno de estos atributos, junto con muchos otros que se encuentran en toda la Palabra de Dios, nos proporcionan una imagen y una descripción adecuadas de quién es Dios. Y es cuando sabemos quién es Dios, según Su Palabra, cuando podemos entrar más profunda e íntimamente en una relación con Él. Si quieres profundizar en el estudio de quién es Dios y cuáles son Sus atributos, consulta nuestro curso Los Atributos de Dios. En este curso, el Dr. Michael Heiser expone los atributos únicos y no compartidos de Dios expuestos en las Escrituras, así como los atributos que Dios elige compartir con nosotros como Sus portadores de imagen en la tierra. Si quieres saber más sobre Dios, Sus atributos y cómo puede beneficiarte este curso en tu estudio de quién es Dios, haz clic aquí.
